El descubrimiento de Cnossos
A principios del siglo XX, el británico Arthur Evans excavó en la isla de Creta las ruinas del palacio de Cnosos, descubriendo al mundo una sofisticada y rica civilización Por Mireia Movellán Luis. Universidad Complutense de Madrid , Historia NG nº 105 A mediados del siglo XIX, los orígenes de la la antigua Grecia estaban envueltos en la oscuridad o, en todo caso, en el mito. Por entonces, la historia de Grecia solía empezarse con la primera Olimpiada (776 a.C.), y lo acaecido antes pertenecía al dominio de dioses y héroes legendarios como los que poblaban los poemas de Homero. Todo cambió gracias a un alemán, Heinrich Schliemann, que en 1870 anunció que había descubierto, en un promontorio del oeste de Turquía, las ruinas de Troya, el escenario de la mítica guerra relatada por Homero en la Ilíada. Poco después, el mismo Schliemann excavaría Micenas y Tirinto, dos de las ciudades griegas de las que procedían los guerreros homéricos. La Grecia micénica,