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Los 100 libros más imprescindibles para entender la cultura helénica

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  La cultura griega es una de las más influyentes y fascinantes de la historia. Para entenderla mejor, se puede recurrir a una amplia variedad de libros que abordan diferentes aspectos de su arte, literatura, filosofía, política, religión y mitología. A continuación, te presento una lista de 100 libros y sus autores que considero imprescindibles para tener una visión más completa sobre la cultura griega. La lista no sigue un orden cronológico ni de importancia, sino que está organizada por temáticas. Espero que te resulte útil y que disfrutes de la lectura. **Literatura épica y lírica** - La Ilíada y La Odisea, de Homero. Son los dos poemas épicos más antiguos y famosos de la literatura griega, que narran las aventuras de los héroes griegos durante y después de la guerra de Troya. ¹ - Los Himnos Homéricos, de autor anónimo. Son una colección de 33 poemas que celebran a distintos dioses y diosas del panteón griego. ² - La Teogonía y Los trabajos y los días, de Hesíodo. Son dos poema...

El pacto. LA ODISEA

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  CANTO XXIV Odisea Trad. Luis Segalá y Estalella El pacto 1 El cilenio Hermes llamaba las almas de los pretendientes, teniendo en su mano la hermosa áurea vara con la cual adormece los ojos de cuantos quiere o despierta a los que duermen. Empleábala entonces para mover y guiar las almas y éstas le seguían, profiriendo estridentes gritos. Como los murciélagos revolotean chillando en lo más hondo de una vasta gruta si alguno de ellos se separa del racimo colgado de la peña, pues se traban los unos con los otros: de la misma suerte las almas andaban chillando, y el benéfico Hermes, que las precedía, llevábalas por lóbregos senderos. 11 Transpusieron en primer lugar las corrientes del Océano y la roca de Léucade, después las puertas de Helios y el país de Hipno, y pronto llegaron a la pradera de asfódelos donde residen las almas que son imágenes de los difuntos. 15 Encontráronse allí con las almas del Pelida Aquileo, de Patroclo, del intachable Antíloco y de Ayante, que fue el más exc...

La venganza. LA ODISEA

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CANTO XXII Odisea Trad. Luis Segalá y Estalella La venganza 1 Entonces se desnudó de sus andrajos el ingenioso Odiseo, saltó al grande umbral con el arco y la aljaba repleta de veloces flechas y, derramándolas delante de sus pies habló de esta guisa a los pretendientes: 5 —Ya este certamen fatigoso está acabado; ahora apuntaré a otro blanco adonde jamás tiró varón alguno, y he de ver si lo acierto por concederme Apolo tal gloria. 8 Dijo, y enderezó la amarga saeta hacia Antínoo. Levantaba éste una bella copa de oro, de doble asa, y teníala ya en las manos para beber el vino, sin que el pensamiento de la muerte embargara su ánimo: ¿quién pensara que entre tantos convidados, un sólo hombre, por valiente que fuera, había de darle tan mala muerte y negro hado? 15 Pues Odiseo, acertándole en la garganta, hirióle con la flecha y la punta asomó por la tierna cerviz. Desplomóse hacia atrás Antínoo, al recibir la herida, cayósele la copa de las manos, y brotó de sus narices un espeso chorro de...

La última cena de los pretendientes. LA ODISEA

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CANTO XX Odisea Trad. Luis Segalá y Estalella La última cena de los pretendientes 1 Acostóse a su vez el divinal Odiseo en el vestíbulo de la casa: tendió la piel cruda de buey, echó encima otras muchas pieles de ovejas sacrificadas por los aqueos, y, tan pronto como se tendió, cobijóle Eurínome con un manto. Mientras Odiseo estaba echado en vela, y discurría males contra los pretendientes, salieron del palacio, riendo y bromeando unas con otras, las mujeres que con ellos solían juntarse. El héroe sintió conmovérsele el ánimo en el pecho, y revolvió muchas cosas en su mente y en su corazón, pues se hallaba indeciso entre arremeter a las criadas y matarlas o dejar que por la última y postrera vez se uniesen con los orgullosos pretendientes; y en tanto el corazón desde dentro le ladraba. Como la perra que anda alrededor de sus tiernos cachorrillos ladra y desea acometer cuando ve a un hombre a quien no conoce, así, al presenciar con indignación aquellas malas acciones, ladraba interiorm...

La esclava Euriclea reconoce a Odiseo. LA ODISEA

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  CANTO XIX Odisea Trad. Luis Segalá y Estalella La esclava Euriclea reconoce a Odiseo 1 Quedóse en el palacio el divinal Odiseo y, junto con Atenea, pensaba en la matanza de los pretendientes cuando de súbito dijo a Telémaco estas aladas palabras: 4 —¡Telémaco! Es preciso llevar adentro todas las marciales armas y engañar a los pretendientes con blandos dichos cuando las echen de menos y te pregunten por ellas: 7 «Las he llevado lejos del humo, porque ya no parecen las que dejó Odiseo al partir para Troya; sino que están afeadas en la parte que alcanzó el ardor del fuego. Además, alguna deidad me sugirió en la mente esta otra razón más poderosa: no sea que, embriagándoos, trabéis una disputa, os hiráis los unos a los otros, y mancilléis el convite y el noviazgo; que ya el hierro por sí solo atrae al hombre». 14 Así se expresó. Telémaco obedeció a su padre y, llamando a su nodriza Euriclea, hablóle de esta suerte: 16 —¡Ama! Ea, tenme encerradas las mujeres en sus habitaciones, mien...