La esclava Euriclea reconoce a Odiseo. LA ODISEA

CANTO XIX Odisea Trad. Luis Segalá y Estalella La esclava Euriclea reconoce a Odiseo 1 Quedóse en el palacio el divinal Odiseo y, junto con Atenea, pensaba en la matanza de los pretendientes cuando de súbito dijo a Telémaco estas aladas palabras: 4 —¡Telémaco! Es preciso llevar adentro todas las marciales armas y engañar a los pretendientes con blandos dichos cuando las echen de menos y te pregunten por ellas: 7 «Las he llevado lejos del humo, porque ya no parecen las que dejó Odiseo al partir para Troya; sino que están afeadas en la parte que alcanzó el ardor del fuego. Además, alguna deidad me sugirió en la mente esta otra razón más poderosa: no sea que, embriagándoos, trabéis una disputa, os hiráis los unos a los otros, y mancilléis el convite y el noviazgo; que ya el hierro por sí solo atrae al hombre». 14 Así se expresó. Telémaco obedeció a su padre y, llamando a su nodriza Euriclea, hablóle de esta suerte: 16 —¡Ama! Ea, tenme encerradas las mujeres en sus habitaciones, mien...