Entradas

Mostrando las entradas con la etiqueta odiseo

Telégono

Imagen
Circe Telégono es una figura intrigante de la mitología griega. Él es conocido principalmente como el hijo de Ulises (Odiseo) y Circe. Su historia es parte de los relatos post-homéricos que amplían los eventos que suceden después de la "Odisea". Aquí tienes un resumen de su historia: Telégono fue criado por su madre, Circe, la famosa hechicera de la isla Eea. Cuando creció, Circe le reveló la identidad de su padre y Telégono decidió ir en su búsqueda. Equipado con una lanza envenenada, navegó hacia Ítaca sin saber que el lugar que buscaba era, de hecho, el hogar de su padre. Al llegar a Ítaca, Telégono comenzó a saquear la isla, lo que llevó a una confrontación con los habitantes locales. En el enfrentamiento, Odiseo salió a defender su reino. Desafortunadamente, en medio de la batalla, Telégono hirió mortalmente a Odiseo con su lanza envenenada sin darse cuenta de quién era. Así, sin saberlo, Telégono mató a su propio padre. Después de la tragedia, Telégono llevó el cuerpo d...

La esclava Euriclea reconoce a Odiseo. LA ODISEA

Imagen
  CANTO XIX Odisea Trad. Luis Segalá y Estalella La esclava Euriclea reconoce a Odiseo 1 Quedóse en el palacio el divinal Odiseo y, junto con Atenea, pensaba en la matanza de los pretendientes cuando de súbito dijo a Telémaco estas aladas palabras: 4 —¡Telémaco! Es preciso llevar adentro todas las marciales armas y engañar a los pretendientes con blandos dichos cuando las echen de menos y te pregunten por ellas: 7 «Las he llevado lejos del humo, porque ya no parecen las que dejó Odiseo al partir para Troya; sino que están afeadas en la parte que alcanzó el ardor del fuego. Además, alguna deidad me sugirió en la mente esta otra razón más poderosa: no sea que, embriagándoos, trabéis una disputa, os hiráis los unos a los otros, y mancilléis el convite y el noviazgo; que ya el hierro por sí solo atrae al hombre». 14 Así se expresó. Telémaco obedeció a su padre y, llamando a su nodriza Euriclea, hablóle de esta suerte: 16 —¡Ama! Ea, tenme encerradas las mujeres en sus habitaciones, mien...

Los pretendientes vejan a Odiseo. LA ODISEA

Imagen
CANTO XVIII Odisea Trad. Luis Segalá y Estalella Los pretendientes vejan a Odiseo 1 Llegó entonces un mendigo que andaba por todo el pueblo; el cual pedía limosna en la ciudad de Ítaca, se señalaba por su vientre glotón —por comer y beber incesantemente— y hallábase falto de fuerza y de vigor, aunque tenía gran presencia. Arneo era su nombre, el que al nacer le puso su veneranda madre; pero llamábanle Iro todos los jóvenes, porque hacía los mandados que se le ordenaban. Intentó el tal sujeto, cuando llegó, echar a Odiseo de su propia casa e insultóle con estas aladas palabras: 10 —Retírate del umbral, oh viejo, para que no hayas de verte muy pronto asido de un pie y arrastrado afuera. ¿No adviertes que todos me guiñan el ojo, instigándome a que te arrastre, y no lo hago porque me da vergüenza? Mas, ea, álzate, si no quieres que en la disputa lleguemos a las manos. 14 Mirándole con torva faz, le respondió el ingenioso Odiseo: 15 —¡Infeliz! Ningún daño te causo, ni de palabra ni de obra...

Telémaco regresa a Ítaca. LA ODISEA

Imagen
CANTO XV Odisea Trad. Luis Segalá y Estalella Telémaco regresa a Ítaca 1 Mientras tanto encaminóse Palas Atenea a la vasta Lacedemonia, para traerle a las mientes la idea del regreso al hijo ilustre del magnánimo Odiseo e incitarle a que volviera a su morada. Halló a Telémaco y al preclaro hijo de Néstor acostados en el zaguán de la casa del glorioso Menelao: el Nestórida estaba vencido del blando sueño; mas no se habían señoreado de Telémaco las dulzuras del mismo, porque durante la noche inmortal desvelábale el cuidado de la suerte que a su padre le hubiese cabido. Y, parándose a su lado, dijo Atenea, la de ojos de lechuza: 10 —¡Telémaco! No es bueno que demores fuera de tu casa, habiendo dejado en ella riquezas y hombres tan soberbios: no sea que se repartan tus bienes y se los coman, y luego el viaje te salga en vano. Solicita con instancia y lo antes posible de Menelao, valiente en la pelea, que te deje partir, a fin de que halles aún en el palacio a tu eximia madre; pues ya su p...

La isla de Eolo. El palacio de Circe, la hechicera. LA ODISEA

Imagen
  CANTO X Odisea Trad. Luis Segalá y Estalella La isla de Eolo. El palacio de Circe la hechicera 1 Llegamos a la isla Eolia, donde moraba Eolo Hipótada, caro a los inmortales dioses, isla flotante, a la cual cerca broncíneo e inquebrantable muro, y en cuyo interior álzase escarpada roca. A Eolo naciéronle doce vástagos en el palacio: seis hijas y seis hijos florecientes; y dio aquellas a estos para que fuesen sus esposas. Todos juntos, a la vera de su padre querido y de su madre veneranda, disfrutan de un continuo banquete en el que se les sirven muchísimos manjares. Durante el día percíbese en la casa el olor del asado y resuena toda con la flauta; y por la noche duerme cada uno con su púdica mujer sobre tapetes, en torneado lecho. 13 Llegamos, pues, a su ciudad y a sus magníficas viviendas, y Eolo tratóme como a un amigo por espacio de un mes y me hizo preguntas sobre muchas cosas —sobre Ilión, sobre las naves de los argivos, sobre la vuelta de los aqueos— de ...