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Batalla junto a las naves. LA ILÍADA

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CANTO XIII Batalla junto a las naves LA ILÍADA Trad. Luis Segalá y Estalella 1 Cuando Zeus hubo acercado a Héctor y los troyanos a las naves, dejó que sostuvieran el trabajo y la fatiga de la batalla, y, volviendo a otra parte sus ojos refulgentes, miraba a lo lejos la tierra de los tracios, diestros jinetes; de los misios, que combaten de cerca; de los ilustres hipomolgos, que se alimentan con leche; y de los abios, los más justos de los hombres. Y ya no volvió a poner los brillantes ojos en Troya, porque su corazón no temía que inmortal alguno fuera a socorrer ni a los troyanos ni a los dánaos. 10 Pero no en vano el poderoso Poseidón, que bate la tierra, estaba al acecho en la cumbre más alta de la selvosa Samotracia contemplando la lucha y la pelea. Desde a11í se divisaba todo el Ida, la ciudad de Príamo y las naves aqueas. En aquel sitio habíase sentado Poseidón al salir del mar; y compadecía a los aqueos, vencidos por los troyanos, a la vez que cobraba gran indign...

Combate en la muralla. LA ILÍADA

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CANTO XII Combate en la muralla LA ILÍADA Trad. Luis Segalá y Estalella 1 En tanto que el fuerte hijo de Menetio curaba, dentro de la tienda, a Eurípilo herido, acometíanse confusamente argivos y troyanos. Ya no había de contener a éstos ni el foso ni el ancho muro que al borde del mismo construyeron los dánaos, sin ofrecer a los dioses hecatombes perfectas, para que los defendiera a ellos y las veleras naves y el mucho botín que dentro se guardaba. Levantado el muro contra la voluntad de los inmortales dioses, no debía subsistir largo tiempo. Mientras vivió Héctor, estuvo Aquiles irritado y la ciudad del rey Príamo no fue expugnada, la gran muralla de los aqueos se mantuvo firme. Pero, cuando hubieron muerto los más valientes troyanos, de los argivos unos perecieron y otros se salvaron, la ciudad de Príamo fue destruida en el décimo año, y los argivos se embarcaron para regresar a su patria; Poseidón y Apolo decidieron arruinar el muro con la fuerza de los ríos que corren de los mont...

Principalía de Agamenón. LA ILÍADA

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CANTO XI Principalía de Agamenón LA ILÍADA Trad. Luis Segalá y Estalella 1 La Aurora se levantaba del lecho, dejando al ilustre Titono, para llevar la luz a los dioses y a los hombres, cuando, enviada por Zeus, se presentó en las veleras naves aqueas la cruel Discordia con la señal del combate en la mano. Subió la diosa a la ingente nave negra de Odiseo, que estaba en medio de todas, para que lo oyeran por ambos lados hasta las tiendas de Ayante Telamonio y de Aquiles; los cuales habían puesto sus bajeles en los extremos, porque confiaban en su valor y en la fuerza de sus brazos. Desde a11í daba aquélla grandes, agudos y horrendos gritos, y ponía mucha fortaleza en el corazón de todos los aqueos, a fin de que pelearan y combatieran sin descanso. Y pronto les fue más agradable batallar que volver a la patria tierra en las cóncavas naves. 15 El Atrida alzó la voz mandando que los argivos se apercibiesen, y él mismo vistió la armadura de luciente bronce. Púsose en torno...