¡Oh, Dios!
¡Oh, Dios!
Qué es lo que en mi pecho tengo,
Qué es este fuego, que latir
Por mis venas siento,
Qué me hace suspirar
Y de ansiedad llena mi tiempo.
Porque al escuchar los dulces y melodiosos
Acordes de la patria de mis padres,
Mi corazón da un vuelco
Y al ver flamear su enseña,
Mis latidos son más intensos.
Es que el amor de mis mayores
Por su patria siento,
Y ese anhelo por volver a su tierra
Y besar su amado suelo,
Que se me ha hecho carne en mi cuerpo
Yo que sin haber nacido en su suelo
Lloro y sufro cada día de mi vida.
Por poder pisar ese bien amado terruño,
De Gloria y Honor eterno.
Autor: Francisco Ionnou