Somos hijos de inmigrantes

Nuestros padres que llegaron
A las más lejanas tierras, formaron
Dignas familias no olvidando el
Terruño en el que nacieron, su
Lengua, sus costumbres y el origen
De su nacionalidad, ni las tradiciones
Ni su credo.
Esos fueron los preceptos que cimentaron
En sus familias y principios inextinguibles
Que plasmaron en el seno de nuestro espíritu
Inculcándonos la cultura, el amor
Y el respeto, signos indestructibles
De nuestra conformación
De la estirpe y el acervo.
Su ardiente sangre los impulsó a construir
Iglesias, Escuelas y Colectividades como
Fuentes inagotables de sus identidades
Conservando las raíces y el apego a los
Ideales que los marcaron a fuego en el
Alma como símbolo de nacionalidad
Eternos.
Nosotros, sus hijos y nietos seguiremos
Su honorable ejemplo de la herencia
Que nos legaron y que perdurará a través
Del tiempo, y en señal de gratitud en
Sus tumbas y en sus augustos nombres
Prenderemos incensarios elevando una póstuma
Oración al cielo.
Taso Damianos
Poeta - Escritor
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